¿Quién soy?
Mi nombre es Ángela Sánchez, y soy Logopeda en Antequera
Desde siempre tuve claro que mi principal ámbito de trabajo como logopeda, sería la logopedia infantil, para ayudar a niños y adolescentes a mejorar en cualquiera de sus dificultades en el habla, problemas de voz, problemas de lecto-escritura o retraso en el lenguaje.
Normalmente, las familias se encuentran con un problema de frente cuando por ejemplo en el colegio les comentan que su hijo tiene alguna dificultad, confunde las letras, o no se relaciona con otros niños.
En estos casos, mi objetivo es ofrecerte un servicio de logopedia totalmente personalizado para resolver tus preocupaciones, y conseguir que tu hijo obtenga las herramientas necesarias que le permitan superar etapas de forma satisfactoria.
Mis diagnósticos y tratamientos se basan en una completísima evaluación para la cual tendremos en cuenta el contexto no sólo clínico sino también el contexto social y del día a día del pequeño, para así adaptar mejor cada actividad a sus gustos y hacer que venir al logopeda no sólo sea útil, sino también divertido.
En los casos en los que es necesario, colaboro estrechamente con diferentes especialistas que podrán complementar determinados tratamientos para un resultado óptimo.
La misión final es que trabajemos como un equipo, forjando una relación en la que tanto vosotros como yo luchamos por un mismo objetivo y por conseguirlo de la mejor manera posible.
¿Cómo enfoco mis sesiones de Logopedia?
Cada persona es un mundo. Por tanto, la individualización dentro de mis sesiones es un elemento fundamental para realizar un buen diagnóstico, pronóstico y rehabilitación.
En este sentido, y para obtener los mejores resultados, mi forma de trabajo se basa en los siguientes principios:
1. Evaluación individual de cada caso
La evaluación será imprescindible para realizar una intervención correcta y conseguir los objetivos de cada persona.
La evaluación será un proceso continuo, tanto al inicio del proceso como a lo largo del mismo, para ver la evolución de la persona, y cubrir los objetivos.
2. Diagnóstico
Tras observar y analizar la evaluación de la persona, podremos descartar o confirmar las alteraciones sobre las cuales tendrá lugar la intervención logopédica.
Esta fase es fundamental, pues un diagnóstico equivocado hará también que el tratamiento sea el incorrecto
3. Intervención personalizada
En esta fase, atendemos las dificultades de la persona, potenciando y apoyándonos en las competencias positivas que la persona posee.
Para ello, usamos un conjunto de técnicas y métodos que sirven para recuperar la función que ha disminuido, se ha perdido, o no existe por diferentes causas.
4. Prevención
Otra de las funciones del logopeda son la información y orientación acerca de cómo prevenir las diferentes alteraciones.
Prevenir es de igual importancia que el resto de pasos mencionados anteriormente, ya que siguiendo unas pautas de prevención, evitaremos una futura alteración.